2 de abril de 2015

Exposición: SAN JUAN NIÑO RECUPERADO, UNA OBRA DE MIGUEL ÁNGEL EN ESPAÑA, del 31 de marzo al 28 de junio 2015


MUSEO DEL PRADO. Sala 47 Edificio Villanueva
Madrid


Los biógrafos de Miguel Ángel, Vasari y Condivi narran que, al volver de Bolonia a Florencia en 1495, su primer encargo fue una estatua en mármol de un San Giovannino hecha para Lorenzo di Pierfrancesco de Médicis (primo de Lorenzo el Magnífico), que hoy se identifica con esta escultura. En lugar de seguir el modelo del San Juan Bautista de Donatello (Florencia, Museo del Bargello), como hacían los demás escultores florentinos, Miguel Ángel representó al santo más joven, como un niño de unos 6 o 7 años. Siguiendo el ejemplo de la escultura helenística griega, apoya la pierna izquierda sobre una roca y al doblarla ligeramente crea unas elegantes líneas oblicuas, un recurso estético que el artista utilizaría en diversas obras. Los brazos doblados, la cabeza ligeramente inclinada y el énfasis en el cuerpo desnudo recuerdan modelos de la escultura clásica, tan admirada por Miguel Ángel. Se perciben semejanzas compositivas evidentes entre esta y otras obras del maestro, como el pequeño san Juan Bautista en el cuadro inacabado conocido como la Madonna de Manchester (Londres, National Gallery, 1495-1496) y la escultura de Baco con sátiro del Museo del Bargello (1497-98).

En 1498/99 este San Juanito se encontraba en el palacio florentino de Lorenzo di Pierfrancesco de Médicis, mecenas de Sandro Botticelli (1445-1510). Cosme I de Médicis, que consiguió establecer su poder en Florencia en 1537 gracias al apoyo de Carlos V, adquirió la propiedad del Palazzo Vechio y las colecciones de Pierfrancesco, y agasajó a Francisco de los Cobos con la estatua de Miguel Ángel. Según una carta de Cosme, el San Juanito fue enviado en el otoño del mismo año directamente a España, a su villa de Sabiote, pasando a enriquecer, tras su muerte, la capilla sepulcral que mandó construir en su ciudad natal de Úbeda. En esta capilla de grandes dimensiones, terminada en 1568, se describe un “San Juan Baptista de bulto de alabastro”. La escultura estuvo expuesta hasta 1936 en un nicho cerca del retablo mayor de madera dorada realizado por Alonso de Berruguete (h. 1488-1561), también gravemente dañado en 1936.

En un acto de vandalismo cometido a comienzos de la Guerra Civil, en julio de 1936, la escultura quedó rota en pedazos y la cabeza fue quemada. Solo se pudieron recoger catorce fragmentos, el equivalente al 40% de su volumen original. El delicado y complejo proyecto de recuperación de la obra empezó en 1994 en el Centro de Restauración de Florencia (Opificio delle Pietre Dure). Se utilizaron para ello métodos novedosos, como el uso del láser para limpiar la superficie negra y abrasada de la cabeza, o la reconstrucción virtual en 3-D de la escultura completa basándose en fotografías tomadas poco antes de su destrucción. Una vez montada la estatua con los fragmentos originales de mármol, se integraron las partes perdidas, realizadas con fibra de vidrio y luego estucadas, entonadas con témpera y selladas con cera y barniz. La escultura recuperada fue presentada al público florentino en 2013.
Previamente a su regreso al lugar de origen en Úbeda, la obra se expone temporalmente en la sala 47 del Edificio Villanueva del Museo del Prado con las tarifas y el horario habitual.

EXPLICACIONES EN SALA
Durante los meses de abril, mayo y junio se organizarán breves explicaciones delante de la obra para situarla en su contexto histórico-artístico y comentar su presencia en el Museo en relación con su colección.
—Martes y miércoles a las 12.30 y 17.30 h.
—Excepto 1 de abril.
Sala 47. Actividad gratuita para los visitantes con entrada al Museo.


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