1 de febrero de 2012

Fastiginia: Fachada del Colegio de San Gregorio, 1842-1850, dibujo de Genaro Pérez Villaamil


Estampas y recuerdos de Valladolid

     El pintor Genaro Pérez Villaamil y Duguet (El Ferrol, La Coruña, 1807-Madrid, 1854) está considerado como el máximo representante del paisajismo romántico español. Comienza su actividad como dibujante topógrafo en el taller que dirigía su padre en la Escuela Militar de Santiago de Compostela. Trasladado a Madrid en su juventud, inicia sus estudios literarios en San Isidro el Real, aunque a los 16 años se enrola en el ejército del Gobierno liberal durante la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis capitaneados por el Duque de Angulema, que defendía la instauración del Borbón Fernando VII, siendo herido y trasladado a Cádiz como prisionero de guerra. Tras formarse en la Academia gaditana, en 1830 viaja como exiliado a Puerto Rico y allí realiza las decoraciones del Teatro Tapia. A su regreso a España en 1833, conoce al pintor escocés David Roberts, al que seguirá desde entonces en los planteamientos de la pintura paisajística romántica.

     Establecido en Madid desde 1834, su obra es alabada por el poeta José Zorrilla, siendo nombrado en 1835 académico de mérito de la Real Academia de San Fernando y en 1840 pintor honorario de cámara. Durante la regencia de Espartero, tal vez por motivos políticos, huye a Francia, emprendiendo la publicación en París de su obra "España artística y monumental", cuyos escritos y comentarios de los dibujos y pinturas corrieron a cargo de Patricio de Escosura, siendo la publicación de viajes con litografías más bella del romanticismo español.

     Antes de su regreso a Madrid en 1844, tras la caída de Espartero, viaja por Francia, Bélgica y Holanda, siendo compradas sus obras por los reyes de estos países. En 1845 es nombrado teniente director de la Academia de San Fernando y catedrático de paisaje y en 1848 profesor de paisaje de la Escuela Preparatoria para las carreras de Ingenieros Civiles y Arquitectos, concurriendo con éxito a las exposiciones de la Academia y del Salón de París. Entabla gran amistad con Isabel II, para la que trabaja como pintor de cámara de la casa real. Murió en Madrid a los 47 años, cuando la pintura paisajística romántica comenzó su decadencia.

Comparación entre el dibujo de Pérez Villaamil y la fachada real
     En su obra se aprecian dos etapas. Una primera prerromántica que dura diez años (1823-1833), caracterizada por paisajes de amplias perspectivas y poblados de pequeñas figuras populares, y otra plenamente romántica a partir de su contacto con David Roberts, donde predominan las vistas de motivos arquitectónicos envueltos en románticos celajes crepusculares, e interiores de monumentos con atmósfera de ensueño, todos ellos generalmente medievales y poblados de personajes populares, siendo además pionero en la introducción en España de temas orientalistas.

     Sin embargo, sus sugestivas imágenes, que enfatizan el carácter romántico de las construcciones góticas a través de contrastes luminosos y la presencia de multitud de personajes minúsculos, en el caso de sus dibujos con una gran precisión técnica, no logran una fidelidad de carácter científico por su libertad interpretativa, por lo que no pueden ser considerados como documentos para recomponer de forma fiable algunos monumentos desaparecidos. Sirva como ejemplo la interpretación subjetiva de la fachada del Colegio de San Gregorio de Valladolid, una escena de gran belleza plástica que recrea un ambiente de tinte romántico y pintoresco en el que sin embargo los elementos no se ajustan con precisión a la realidad, tanto en la fachada del antiguo Colegio como en la esquina del Palacio Villena.

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