23 de junio de 2011

Viaje: Recorrido hasta el Monte Santiago en Burgos


Un modo de celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente

     El pasado 5 junio, Día Mundial del Medio Ambiente, Domus Pucelae, sensibilizado con el Medio Ambiente, celebró una excursión de carácter cultural y de contacto con la naturaleza por tierras burgalesas. Visitamos el Museo Provincial de Burgos, antes conocido como Museo Arqueológico Provincial, que tiene sus dependencias en dos palacios contiguos del siglo XVI, la Casa de Miranda y la Casa de Iñigo Angulo. Continuamos viaje hasta el Parque Natural de Monte Santiago entre las provincias de Burgos y Álava, 12 km. de paseo entre hayedos y otras variedades arbóreas con increíbles vistas desde los miradores del salto del Nervión y el mirador de Rubén, sin dejar de ver la lobera recuperada y recreada a la forma de su uso de otros tiempos.

     El Museo de Burgos surgió en 1846 como resultado de la labor realizada por la Comisión Provincial de Desamortización y luego por la Comisión Provincial de Monumentos, organismos que se encargaron de recoger, catalogar y custodiar bienes de valor artístico procedentes de las iglesias, los conventos y los monasterios de la provincia afectados por la Desamortización de 1835. En consecuencia, las colecciones iniciales eran casi exclusivamente de Bellas Artes. A lo largo de su historia el Museo, tuvo diferentes sedes. Hasta 1871 careció de un emplazamiento apropiado, siendo frecuentes las mudanzas.

     Es a partir del segundo tercio del siglo XX cuando se incrementaron, de modo muy notable, las colecciones arqueológicas, gracias a los hallazgos de las excavaciones realizadas en diversos yacimientos de la provincia. En 1955 comenzó una nueva etapa con la instalación de los fondos en la Casa de Miranda, una muestra del arte renacentista realizada en 1545, probablemente por el arquitecto Juan de Vallejo, para servir de residencia al canónigo Don Francisco de Miranda. El palacio ocupa un inmueble de tres alturas y se articula en torno a un patio central con doble piso de galerías soportadas y profusamente decoradas con capiteles y zapatas, que distribuye a su vez el espacio interior del Museo. Con su instalación en la Casa de Miranda, la entidad pasó a llamarse Museo Arqueológico Provincial de Burgos y, a partir de 1973, simplemente Museo de Burgos. En 1962 el Museo recibió la condición de Monumento Nacional, luego Bien de Interés Cultural (BIC). Se trató de una catalogación específica para el espacio museístico, ya que la Casa de Miranda, asimismo BIC, ya la poseía desde 1914. Esta declaración de Monumento Nacional impidió la salida de España del patio renacentista del palacio, que había sido vendido por su propietario al magnate norteamericano William Randolph Hearst.

Monte Santiago
     El Monumento Natural del Monte de Santiago se encuentra situado en el extremo nororiental de la provincia de Burgos, justo en el límite con el País Vasco. Su paisaje aparece dominado por un frondoso y bien conservado hayedo que llega hasta el borde mismo de un anfiteatro rocoso formado por las cresterías calizas de la fuertemente karstificada Sierra Salvada. En unos de sus más aislados y profundos recovecos se localiza el espectacular Salto del Nervión. Con sus casi 300 metros de altura y su peculiar forma de cola de caballo conforma una de las cascadas más grandes y hermosas que se pueden contemplar en toda Europa occidental.

     El territorio que engloba este monumento natural está encuadrado plenamente en el dominio biogeográfico atlántico, que encuentra su especie arbórea clímax en la haya. Los umbríos hayedos que cubren buena parte del Monte de Santiago son, junto al Salto del Nervión, los protagonistas absolutos de uno de los paisajes con mayor personalidad y belleza de toda la Cordillera Cantábrica.

     Una pista forestal, festoneada por grandes hayas, que parte desde el refugio de Fuente Santiago –al que se llega desde la localidad de Berberana- permite alcanzar mediante una accesible caminata el mirador del Salto del Nervión, el mejor observatorio del cañón y de la cascada.

     Al margen del paisajístico, desde esta privilegiada atalaya es posible contemplar un espectáculo difícilmente inigualable: el que constituye la visión del vuelo de las numerosas aves rapaces que anidan en los calizos e inaccesibles cortados y repisas del Cañón del Nervión.

     Junto a la cascada se descubren los restos de una antigua lobera de origen prehistórico, en la que se capturaban los abundantes lobos que poblaban estas aisladas montañas burgalesas.

     La flora predominante la forma el bosque de hayas con rebollo, encina, tejo y praderas naturales. En cuanto a la fauna, buitres leonados, águilas real y culebrera, halcón peregrino vuelan majestuosamente por el espacio aéreo del parque; constituyendo, además un enclave utilizado por las aves migratorias a su paso.

Informe y fotografías: Jesús Santos.
 
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